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Estancias infantiles: Necesidad o negocio

  • Luis Guzmán
  • 28 feb 2019
  • 5 Min. de lectura

Un tema que ha causado gran polémica en los últimos días, en especial entre la clase trabajadora de la sociedad y las madres y padres solteros, es el cambio en la modalidad de las estancias infantiles. El presidente Andrés Manuel López Obrador refirió que habían encontrado muchas irregularidades en el programa (sin presentar datos duros) y por esta razón cambiaría la modalidad en dar el recurso a los beneficiarios. Los $1600.00 pesos bimestrales se van a dar directamente a los beneficiarios sin intermediarios, lo que garantizaría que el dinero llegara integro a los beneficiarios.

Aunque la intención es de buena fe para terminar con la corrupción, para el ahorro del presupuesto y que sea integro el dinero a los beneficiarios; la propuesta me parece que no ataca completamente el objetivo de ir contra la corrupción, y que afectará a muchas madres y padres que eran beneficiadas por el programa.

Lo que me parece lamentable y desafortunado son los comentarios de algunos servidores públicos. El primero de Carlos Ursúa, secretario de hacienda que, en ánimos de apoyar la propuesta y a la secretaria de bienestar realizo un comentario donde le parecía una buena idea que las abuelas pudieran cuidar a los infantes y el dinero que gastarían en las guarderías pudieran dárselo a ellas como un apoyo.

Comentario que tal vez no fue con la intención de insultar o tener una carga misógina, pero que si fue muy desafortunado. Desafortunado porque, dio a entender que delegar la responsabilidad del cuidado de los infantes a los abuelos seria una buena idea, pero sin tomar en cuenta su opinión, sin pensar si están en condiciones y voluntad para hacerlo, creyendo que no tienen nada mejor que hacer, que no tienen que trabajar, que no tienen enfermedades o cualquier otra condición, lo que refleja el alejamiento y desconocimiento del contexto social.

Lo que me parece totalmente fuera de lugar son dos comentarios realizados por la diputada de MORENA María de los Ángeles Huerta en un programa de Excélsior conducido por Nacho Lozano, comentarios nuevamente alejados y desconociendo la realidad y contexto social que se vive en México, lo que muestra una vez más que la clase política vive y percibe otro mundo, uno donde no hay preocupaciones tan mundanas como las que vive el resto de la población. En algún momento se nos hizo chistoso la respuesta de EPN cuando le preguntaron en campaña los precios de algunos productos de la canasta básica, contestando que no era la señora de la casa, parece chistoso, pero ese alejamiento social es un factor negativo en la toma de decisiones que pueden afectar a las clases socioeconómicas bajas del país.

El primer comentario fue que los padres tendrán la libertad de decidir quien cuida a sus hijos, puede ser la estancia infantil, un familiar, entre ellos una hermana, tía o abuela o cualquier otra persona. No es que las estancias obligaran a las madres a dejar los niños ahí, de hecho, fueron una alternativa para los que no contaban con guarderías de IMSS, ISSSTE u otro programa o servicio gubernamental, así como los que no tenían un familiar o red de apoyo que pudiera cuidar al infante mientras la madre o padre fuera a trabajar. Por lo que decir que ahora si podrán decidir quien los cuida, hace pensar que los padres eran obligados por las estancias a que llevaran a sus hijos, un comentario nada que ver con la discusión, sin fundamento, que desconoce el contexto y tergiversa la realidad que muchas madres y padres viven y toman la decisión voluntaria de dejar a sus en una guardería para ir a trabajar.

El segundo comentario fue que los infantes pueden estar mejor o igual de cuidados por algún familiar que en las estancias. Una afirmación carente de datos, ignorancia de la realidad social y visto desde el privilegio. Es cierto que cada opinión que hacemos la damos desde nuestra perspectiva social, por lo que sesga y limita nuestro pensamiento, el cual puede ser erróneo o dejar esa abertura a la duda y falacia.

Aunque suena fácil cuidar a un infante de esa edad o de cualquier otra (porque conforme van creciendo, van teniendo nuevas y diferentes necesidades) no es una actividad fácil, conlleva una gran responsabilidad, ya que no solo es garantizar la integridad física y emocional del infante, sino que tenga un adecuado desarrollo psicosocial.

Por esa razón, las estancias no solo sirven para albergar a los infantes durante un tiempo determinado al día, sino que el cuidado y la atención hacia el infante se profesionaliza al incluir estimulación temprana, relacionas y habilidades sociales, aspectos alimenticios, entre otros aspectos. Por lo que no solo se trata de tenerlos durante un tiempo mientras los padres van a trabajar, sino en formar, educar, estimular, aspectos psicosociales del infante para su adecuado desarrollo.

Decir que los infantes están mejor cuidados con los padres o algún familiar no es completamente cierto. Claro que eso seria lo ideal, pero la realidad es que nadie nace sabiendo como criar a un niño, se va aprendiendo de manera empírica, pero también documental, con libros y profesionales, que van acompañando el desarrollo del infante, como médicos, psicólogos, educadoras, entre otros.

Lo ideal seria que la familia fuera un lugar seguro para todo infante, sin maltrato, abusos, negligencias, problemas intrafamiliares, pero la realidad es que hay muchas familias con problemas intrafamiliares, donde existe maltrato, violencia, y abuso sexual, un delito que es muy difícil de identificar, porque comúnmente es realizado por personas cercanas al infante, un familiar o conocido de la familia que se queda a su cuidado, una persona que tendría que velar por su cuidado, con quien tendría que estar seguro, pero no es así. El abuso sexual es un delito difícil de medir porque muchas veces no se denuncia o no se da a conocer, porque no le creen al niño o porque lo guardan como un secreto familiar o simplemente un secreto de la víctima.

Pero pensando que sea una familia sin este tipo de problemas, hay familias donde las hermanas o hermanos, tías o tíos, abuelas o abuelos o cualquier otro familiar o persona no siempre tienen la disponibilidad, voluntad y capacidad física y emocional para cuidar un infante, así como las competencias necesarias para hacerlo. Los accidentes domésticos son muy comunes y pasan en solo un instante. Desde una simple caída, hasta quemaduras por algún utensilio o alimento, cortadas, mordida de alguna mascota, electrocución o muchas otras.

Si pueden hacerlo, tener cubiertas todos esos aspectos para garantizar la integridad del infante, muy bien, genial, pero hay personas que no.

Claro que debe de haber irregularidades, tanto en el presupuesto como en las operaciones de las estancias. Es cierto que también se han presentados casos de maltrato y abuso sexual hacia los infantes en las estancias, pero ¿por qué en lugar de castigar los que comenten esos delitos e irregularidades y mejorar el programa, toman la decisión de solo cambiar la modalidad de distribución del apoyo?

 
 
 

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